ARQUEOLÍTICO
Son pocos los sitios atribuibles a esta etapa y son pequeños, lo que nos indica que la población era muy baja en ese entonces; al parecer estaba formada por grupos pequeños, de carácter familiar. Para su subsistencia, esos grupos dependían principalmente de la recolección de plantas, de animales lacustres y de la caza de animales menores, aunque ocasionalmente aprovechaban aunque no cazaban animales de mayor tamaño, como un mamut excavado en la Base Aérea Militar de Santa Lucía, estado de México, al que se encontraron asociados una lasca de obsidiana y dos de andesita, y para el que se cuenta con dos fechas de radiocarbono: 21950 ± 660 y 24350 ± 350 a.C.
Los sitios de los que proviene la mayor parte de la información que tenemos sobre el Arqueolítico son varios de los 18 que se excavaron en las faldas y la base del Cerro de Tlapacoya, estado de México, que entonces era, a veces, una península y otras una isla del Lago de Chalco, hoy desaparecido.
En Tlapacoya I Alfa se encontraron los restos de tres hogares para los que se cuenta con las fechas de radiocarbono de 22000 ± 4000 a.C. y 19700 ± 500 a.C.; junto a ellos se encontró gran cantidad de huesos de animales, parte de ellos extintos. El sitio se encontraba en lo que entonces era una playa del lago, en la cual se encontraron gran número de artefactos hechos con andesita local, toscos y poco estandarizados, sobre todo lascas y navajas de sección triangular, y tres desechos de talla de obsidiana, material ajeno al lugar.
En Tlapacoya I Beta se encontró un raspador discoidal sobre lasca, de cuarzo, y en Tlapacoya II apareció una navaja prismática de obsidiana, a la que corresponde una fecha de radiocarbono de 21950 ± 950 a.C. En Tlapacoya VIII se obtuvieron también materiales de antigüedad semejante
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