ECONOMIA Y SOCIEDAD
Se heredo la hacienda política o publica en quiebra las deudas con los prestamistas nacionales fueron muy considerables e ingresos estaban en el poder de los agiotistas y los pocos impuestos que eran propiedad del estado eran pasos además que los contribuyentes se negaran a pagar dichos impuestos
Para el arreglo de las finanzas se crearon al mundo de nuevas formas de comercio en el interior
1. Se eliminan las alcobalas que eran impuestos ala mercancía a su transito de su destino que encontrarían a los productos
2. Se publico una política de subsidio ala industria de la constitución de obras políticas y de transporte además una extensión de impuestos a productos extranjeros
Muchos de estos ingresos se ocuparon en la construcción de Veracruz
La minería continuaba siendo una actividad económica, privilegiada, porque los metales preciosos eran el principal producto de exportación, y con ello impulsaban el comercio interior y exterior. Disponemos de algunos datos sobre producción de plata que compiló José Agustín de Escudero en su folleto titulado Noticia estadística de Sonora y Sinaloa, en el cual asienta que, en la década de 1830, en Sonora y Sinaloa se comercializaron legalmente 163 000 kilos de plata, equivalentes a 5% de la producción nacional, es decir, un volumen inferior a los montos de la producción registrados a principios del siglo. Notemos también que la cifra citada correspondía a los tres principales reales mineros, El Rosario, Cosalá y Álamos, y este último ya no pertenecía a Sinaloa.
El comercio fue la actividad preferida por los notables de Sinaloa y por los extranjeros establecidos en Mazatlán, por ser la más lucrativa; sólo ellos tenían la capacidad económica para importar mercancías extranjeras y distribuirlas en los mercados locales a cambio, principalmente, de plata, Los notables de Culiacán importaban las mercancías de contrabando, ya que no había vigilancia alguna en las costas sinaloenses, y las distribuían sobre todo en los partidos de El Fuerte, Sinaloa, Culiacán y Cosalá. Los extranjeros de Mazatlán, además de sobornar a los administradores de la aduana, usaban otro procedimiento que describe Eustaquio Buelna y que consistía en organizar algún motín en el puerto mientras descargaban y cargaban los barcos surtos en la bahía. La zona de influencia de estos comerciantes comprendía los partidos de San Ignacio, Concordia y El Rosario, además de extenderse a los estados vecinos.
Las mercancías importadas, tanto por Mazatlán como por Altata, eran principalmente telas y ropa hecha, abarrotes, herramientas, artículos domésticos de uso común y también suntuarios. Las exportaciones fueron, básicamente, plata acuñada y en pasta. Hubo relaciones comerciales con Inglaterra, los Estados Unidos, Alemania, Francia, España, y también con países sudamericanos y asiáticos por intermediación de comerciantes ingleses y estadunidenses. La estructura de este comercio era comparable, en algunos puntos, a la de la época colonial en cuanto que era un reducido grupo el que controlaba los intercambios, importaba manufacturas y exportaba materias primas, circunstancias que se traducían en altas ganancias para los mercaderes, crecidos precios al consumidor y escaso fomento al sector manufacturero de la economía del estado, que era el menos desarrollado, pues predominaban los talleres artesanales que fabricaban muchos de los productos de consumo corriente, como calzado, sombreros, ropa, muebles, cigarros y mezcal. Había pequeños ingenios que producían azúcar sin refinar y aguardiente de caña. Hacia mediados del siglo XIX se instalaron en Culiacán una casa de moneda y la fábrica de hilados Vega Hermanos. Algunos empresarios sinaloenses se dedicaban a la pesca de perlas y concha nácar; de la pesca alimenticia no tenemos información, pero es seguro que se practicaba a pequeña escala para abastecer el consumo local
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